Consejos para cuidarte y estar guapa

lunes, 21 de febrero de 2011

CUIDADOS DE LA PIEL SECA

Las principales causas que provocan sequedad en la piel son la evaporación del agua debido a la exposición al sol o a una atmósfera demasiado seca, y la pérdida de grasa por el uso de jabones o productos con alcohol.
Son pieles que tienen menos agua de lo normal y que, en la mayoría de los casos, están ligeramente deshidratadas. Reducir su sequedad se consigue, básicamente, de dos maneras: hidratándola y nutriéndola.
La piel seca puede ser de dos tipos: atípica o deshidratada.
La primera presenta déficit de lípidos debido a un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas mientras que la segunda se caracteriza por la pérdida de agua.


Los síntomas para reconocer una piel que sufre sequedad son inconfundibles: aparece reseca, tiende a la descamación, al resquebrajamiento y a las fisuras, produce sensación de picor y tirantez, se nota deshidratada, y tiende a reaccionar de manera más intensa ante los cambios climáticos bruscos.
Ante estas causas hay que evitar agredirla y alterar su pH.
La manera de conseguir una piel hidratada y nutrida es utilizando productos ricos en vaselina y urea, y siguiendo unos hábitos diarios:

  • Hidratarla cada mañana y siempre que se note tirante.
  • Nutrir las pieles secas en mayor medida que las normales.
  • Utilizar productos muy untuosos formulados a base de activos hidratantes.
  • No abusar del jabón, mascarillas y exfoliantes.

La alimentación ideal tiene que ser rica en vitaminas B, A, E y D, y en minerales como el selenio y el zinc.
  • Evitar el consumo de bebidas excitantes, tabaco y alcohol.
  • Antes de acostarse, hidratar la piel del rostro después de desmaquillarse.
  • Secarse bien la cara después de cada lavado.
  • Las mascarillas más adecuadas son las nutritivas por su fórmula rica en ingredientes que suavizan y mejoran la circulación y, por tanto, el tono del rostro.
Muchas mujeres creen que para lubricar la piel seca durante los meses de invierno es preciso invertir en productos costosos y de renombre. Pero esto, de acuerdo con la dermatóloga Linda Fang, no es más que un mito.

Consejos para proteger la piel

Si tienes la piel muy seca o irritada sigue las siguientes recomendaciones de los dermatólogos:
  • Evita productos con mucha fragancia.
  • Evita productos con colores fuertes. Los colorantes causan irritaciones
  • Evita baños con agua muy caliente o muy frecuente. Siempre ponte crema después de lavarte las manos
LA CARA
Limpieza
Ante todo, lo más importante es limpiar bien la piel. La piel está sometida constantemente a la polución y si además se utiliza maquillaje, es necesario hacer una limpieza especial.

La piel tiene la particular característica de regenerarse por la noche y expulsar hacia la superficie las impurezas y toxinas que ha ido acumulando a lo largo de todo el día. Sin embargo, es incapaz de auto limpiarse cuando acumula en exceso suciedad y polución.
Aspecto que hace necesaria una limpieza profunda diaria tanto por el día como por la noche.

Mientras por la noche se limpia la piel de los restos de maquillaje que se han utilizado durante el día, así como de las toxinas y partículas de contaminación, por la mañana también es necesario limpiarla de todas las sustancias tóxicas que durante las horas de sueño la piel ha expulsado hacia fuera.
De este modo, limpiándola por la mañana y por la noche se estimula a la piel a auto limpiarse, se la educa en el proceso de limpieza y regeneración nocturna.



Tonificación
La tonificación es el segundo paso para cuidar la piel. Para ello, se deben utilizar tónicos totalmente naturales que contengan una porción muy baja de alcohol (entre un 10 a un 12%), ya que éste ayuda a que la piel sea más permeable y que los poros se desobstruyan. Así, la piel será capaz de absorber con mucha más profundidad los principios activos de las plantas medicinales que contengan las cremas de día.

Protegiendo el rostro
El rostro y las manos son las partes que más sufren durante la temporada fría. Están continuamente expuestos a los elementos naturales y esto produce sequedad e irritaciones.
Entre los cuidados especiales para proteger la piel del rostro están:
  • Tu rutina normal de belleza debe incluir: Limpieza, tónico, y humectante, y además usar exfoliante de una a tres veces por semana dependiendo de tu tipo de piel. Si trabajas en exteriores probablemente necesitaras aplicar el humectante varias veces al día.
  • Una o dos veces a la semana usar una mascarilla humectante.
  • No te olvides de la piel alrededor de los ojos, esta piel y la de los labios son las más delgadas y frágiles que tenemos.
  • Los labios necesitan protección especial.
  • Evita usar agua muy fría o muy caliente. Usa agua tibia.
  • Si tu piel es sensitiva o esta enrojecida evita productos con fragancias fuertes, colores fuertes y otros irritantes.
HIDRATACION
El clima frió a veces nos provoca el deseo de tomar mas bebidas calientes. Esto esta bien, el problema es que muchas veces tomamos café. El café es un diurético entre mas café tomamos mas agua de nuestro cuerpo eliminamos. Al mismo tiempo el clima frió hace que consumir agua sea casi un reto. Es muy importante mantenerse hidratado consumir suficiente agua. Generalmente se acepta que por cada libra de tu peso tomes 0.5 onza de agua (mas o menos 35 ml por kilo).
  • Evita usar agua muy fría o muy caliente en la ducha. Esto traumatiza la piel y puede causar el rompimiento de vasos sanguíneos. Usa agua tibia.
  • Lo ideal sería intentar bajar la temperatura de la calefacción a niveles razonables (alrededor de los 20º C).
  • Diariamente mantenga la humedad natural de la piel aplicando un producto hidratante, en crema o en jabón. No te olvides de poner la crema hidratante en las manos. Puede ser la misma que se usa en el cuerpo o en el rostro. Las manos son la parte del cuerpo que más están expuestas a la acción del tiempo y, por eso, merecen protección redoblada.
  • Como elementos naturales para contribuir a este estado es esencial incorporar al régimen alimenticio vitaminas de frutas frescas de temporada invernal, a ser posible con su piel, pues es aquí donde almacenan su riqueza.
  • Además del frío, en invierno hay que tener en cuenta el viento. El viento en esta época del año incrementa aún más el efecto de congelación de la piel. Por ello es muy importante rehidratar la piel.
RECOMENDACIONES BASICAS

  • Durante los meses de frío hay que hidratar adecuadamente todo el cuerpo, pero especialmente la cara y las manos, ya que son las partes más expuestas a bajas temperaturas.

  • Nunca hay que olvidarse del cuidado de los labios, muy dañados por el frío. Para ello los dermatólogos recomiendan usar protectores labiales con protección solar y sobre todo evitar humedecerlos con saliva cuando estén secos, porque aunque en un primer momento aporta una sensación de alivio, después produce una irritación y sequedad aún mayores.

  • No abusar de las duchas y baños de agua caliente. Aunque en invierno siempre se agradecen los baños muy calientes, no conviene abusar porque perjudica la epidermis y es malo para la circulación. Además, tras la ducha se aconseja terminar siempre con un chorro de agua fría, sobre todo en las piernas.

  • No abusar del jabón y asegurarse de que siempre se usa el apropiado para cada tipo de piel. Los especialistas creen que no se le da la suficiente importancia a la calidad del jabón. Por eso recomiendan que sean suaves, neutros y no agresivos. El doctor Aizpún opina que los mejores son los de avena, aunque tienen la desventaja de que a veces dejan muy resbaladiza la bañera, y puede ser peligroso para las personas de edad avanzada. A su juicio no es necesario usar todos los días jabón en todo el cuerpo, "basta con hacerlo en la zona genital y en los pliegues, y una o dos veces a la semana en el resto".

  • Es importante usar jabones apropiados para los niños. La Academia de Dermatología recomienda utilizar los de avena y después hidratar la piel abundantemente, porque aseguran que el exceso de hidratación nunca es malo, lo que puede ser perjudicial es no usar la crema adecuada para cada tipo de piel.

  • Se aconseja tener especial cuidado con los cambios de temperatura al entrar y salir de los locales con calefacción, pues el paso del frío al calor o viceversa es negativo para la piel, sobre todo para las sensibles.

  • Evitar ropa o calzado no transpirable o irritante.

  • Los pacientes con piel seca, sensible o enfermedades cutáneas que empeoran en invierno deben procurar aumentar la humedad ambiental de la vivienda o lugar de trabajo. Esto se puede conseguir mediante humidificadores, sistemas de humidificación ambiental o simplemente con la colocación de toallas húmedas en radiadores, focos de calor, etc. Este tipo de medidas puede aliviar también otro tipo de enfermedades como el asma o problemas de sequedad en las mucosas.

  • Prestar especial atención a la piel de los niños y personas mayores. La aparición de placas secas, fisuras y escamas es habitual en estos grupos de población porque son más sensibles a los cambios del invierno.

  • No olvidar nunca la fotoprotección cuando se va a las estaciones de esquí o se juega con la nieve. En zonas nevadas el sol puede ser aún más peligroso para la piel y los labios que en verano, porque los rayos solares se reflejan en la nieve y se potencia el daño.

  • Ante cualquier duda o problema cutáneo se recomienda acudir al dermatólogo.


  • CUIDADOS DE LA PIEL EN INVIERNO


    Las alteraciones cutáneas provocadas por las circunstancias que acompañan al invierno contribuyen notablemente al envejecimiento de la piel
    Aunque el invierno empieza formalmente el próximo 21 de diciembre, las bajas temperaturas nos indican que, en realidad, hace días que llegó. Además de preocuparse por no coger los catarros de rigor, existe una parte del cuerpo que debe cuidarse especialmente en esta época: la piel.
    El consejo de los dermatólogos es claro: hay que protegerse frente al frío. Las pieles normales o grasas soportan mejor el frío que las pieles secas o sensibles, que necesitan una mayor protección y más cuidados.

    Los contrastes de humedad y temperatura ambiental se acentúan considerablemente en invierno y contribuyen a deteriorar nuestra piel, que es la primera barrera de protección ante cualquier cambio del entorno.
    También el viento va a influir negativamente en nuestra piel y va a potenciar el deterioro producido por el frío.
    También las calefacciones excesivas o que disminuyen la humedad ambiental van a resecar nuestra piel. Este tipo de calefacción es habitual en algunas casas y oficinas donde se pasan muchas horas al día.

    Todos estos factores hacen que la piel en invierno sufra una gran deshidratación, provocando alteraciones cutáneas que se traducen visualmente en una piel seca, fisurada, que contribuye al envejecimiento de nuestra piel.

    La Academia Española de Dermatología recomienda: 
    •  Protección de la piel en invierno, especialmente de la cara y de las manos, con una hidratación adecuada.
    • Cuidado con los labios, en los que aplicaremos protectores labiales hidratantes y evitaremos el humedecerlos con frecuencia, sobre todo con saliva, que produce una irritación adicional.
    • La piel de las personas de edad avanzada y la de los niños son particularmente sensibles a los cambios y rigores del invierno.
    • La aparición de placas secas, fisuras y escamas es particularmente frecuente en estos grupos de población.
    • No abuse de duchas o baños y sobre todo evite jabones enérgicos. Utilice jabones suaves apropiados para su tipo de piel.
    • No olvide la fotoprotección si va a la nieve. El sol puede ser más peligroso para la piel que en verano, ya que los rayos solares se reflejan en la nieve y potencian el daño en la piel.
    • Cuidado con los cambios de temperatura al salir o entrar en locales. Ese paso del frío al calor o del calor al frío va a ser negativo para nuestra piel, sobre todo en personas de piel sensible.
    • En su protección contra el frío, evite ropas o calzado irritante o no transpirable.
    • Hay enfermedades muy comunes de la piel como la psoriasis o la dermatitis atópica que empeoran en invierno. Estos enfermos deben ser especialmente controlados por su dermatólogo en esta época del año.
    • Cuide la piel en invierno. Ante cualquier duda o problema cutáneo acuda al dermatólogo.
    • Si en su entorno familiar hay pacientes con piel seca, sensible o enfermedades cutáneas que empeoran en invierno, procure aumentar la humedad ambiental mediante algún humidificador o sistema de humidificación ambiental o colocación de toallas húmedas o sistema similar en radiadores, focos de calor, etc.

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