Tinturas, decoloraciones y permanentes
Así como todos los embarazos son distintos, así también lo son las opiniones acerca de hacerse permanente o teñirse el pelo durante el embarazo. No hay evidencia directa de que estos tratamientos dañan en alguna manera al feto en desarrollo, pero muchos médicos sugieren no hacerlo durante el primer trimestre. Después de esos tres meses iniciales, asegúrate de seguir las órdenes de tu médico. Recuerda que son solamente nueve meses si es que el doctor dice que no. Es vanidad para ti, pero vida para tu feto.
Con respecto a las tinturas, lo ideal es que durante el embarazo se utilicen las que están hechas a base de extractos vegetales como el Henna, que desaparecen al cabo de varios lavados. Lo que no conviene utilizar son los colorantes que contengan amoníaco ni oxidantes.
Hay productos naturales hechos a base de pigmentos naturales que tras la aplicación son depositados en la superficie del cabello, aunque sólo duran 6 u 8 lavados, son una opción saludable y conseguiremos el objetivo deseado. Estos tintes se formulan a base de pigmentos denominados directos, es decir, aquellos que actúan superficialmente sobre la cutícula o cubierta del cabello, sin penetrarlo.
Actualmente, la mayoría de las tinturas fabricadas por las compañías más conocidas, poseen dosis mínimas de amoníaco que han demostrado una absorción prácticamente nula del mismo a través de la piel del cuero cabelludo y en consecuencia no dañan al bebé.
No son aconsejables las decoloraciones y permanentes durante la gestación dado a que pueden provocar frecuentemente las reacciones alérgicas en el cuero cabelludo. No hay estudios científicos que demuestren que hay riesgos en la salud de tu bebé con los químicos utilizados para decoloraciones y permanentes. Solamente como precaución recomendamos evitar su utilización.
Muchos estilistas dicen que el cabello puede reaccionar negativamente al tinte por efecto de las hormonas, o bien causar irritación en el cuerpo cabelludo.
En cuanto a las gestantes, si bien se sabe que teñirse el cabello durante el embarazo no afecta al bebé, la mayoría de los médicos sugieren, como simple protección, evitarlo durante el primer trimestre, pues en este período se forman los órganos vitales, cabeza, cuerpo y extremidades del bebé.
Muchas mujeres experimentan un crecimiento mayor de pelo y uñas así como un cabello más grueso y brillante. Sin embargo, algunas mujeres experimentan el otro lado de esa moneda. Sequedad, partida y caída del cabello son quejas comunes en mujeres embarazadas. Las buenas noticias son que no tienes que esperar hasta el nacimiento de ese retoño de felicidad para recuperar tu pelo “normal”. Para combatir la sequedad asegúrate de usar un buen acondicionador y hacer un acondicionamiento profundo más seguido.
Para prevenir que el pelo se rompa, no hay mucho que puedas hacer, pero puedes usar un peinado que lo disimule. El pelo usualmente se rompe a una o dos pulgadas de la raíz aproximadamente y puede ser bien conspicuo en esta parte.
Muchas mujeres notan que su cabello es más abundante y grueso durante el embarazo. Gran parte de las mujeres pierden mucho cabello unas semanas o meses después del parto. Esos cambios son normales. El cabello normalmente retoma su ciclo normal de crecimiento a los seis meses después del parto.
La razón es por los altos niveles de hormonas que evitan la pérdida del cabello. Durante el embarazo:
Su cabello permanece en la etapa de descanso por más tiempo que lo de costumbre.
La mayoría de los pelos están en la etapa de descanso en cualquier momento dado.
El cabello se cae menos a diario, dando la impresión de que el cabello es más abundante y grueso.
El crecimiento del vello en la cara, brazos y piernas durante el embarazo es normal. Las hormonas del embarazo y la mayor cantidad de cortisona provocan el crecimiento del vello durante el embarazo. El cabello normalmente retoma su ciclo normal de crecimiento a los 6 meses después del parto.
Tanto durante como después del embarazo, se considera que el hecho de afeitarse, de depilarse o de quitarse el vello extra con cera serán métodos seguros. A pesar de que las cremas o lociones decolorantes o depilatorias también son una opción; debido a que las mismas son soluciones elaboradas a base de químicos, debería evitarlas mientras estuviera embarazada. Los métodos de remoción permanente del vello, tales como: la remoción de vello por medio de láser o la electrólisis también son considerados métodos seguros para ser realizados durante el embarazo, pero usualmente se les pide a las mujeres embarazadas que esperen hasta que su embarazo haya ingresado en una fase segura antes de someterse a alguno de estos métodos.
El embarazo puede tener otro tipo de secuelas en la melena, volviéndola seca y quebradiza, debido a que el cuerpo sabiamente encauza las vitaminas hacia todo el proceso de gestación y deja muy pocos nutrientes al cabello.
El problema puede minimizarse tomando suplementos alimenticios que contengan compuestos que no permitan el debilitamiento general, además de utilizar shampoos vitaminados o seguir tratamientos que contemplen tales elementos.
El período más común de pérdida de cabello se produce aproximadamente tres meses después del parto. El aumento de hormonas durante el embarazo le impide perder su cabello. Después del parto, las hormonas de retornan a los niveles normales, lo que permite que el cabello se caiga y vuelva al ciclo normal. La caída del pelo normal que se retrasó durante el embarazo puede causar que caigan todos a la vez.
Con respecto a las tinturas, lo ideal es que durante el embarazo se utilicen las que están hechas a base de extractos vegetales como el Henna, que desaparecen al cabo de varios lavados. Lo que no conviene utilizar son los colorantes que contengan amoníaco ni oxidantes.
Hay productos naturales hechos a base de pigmentos naturales que tras la aplicación son depositados en la superficie del cabello, aunque sólo duran 6 u 8 lavados, son una opción saludable y conseguiremos el objetivo deseado. Estos tintes se formulan a base de pigmentos denominados directos, es decir, aquellos que actúan superficialmente sobre la cutícula o cubierta del cabello, sin penetrarlo.
Actualmente, la mayoría de las tinturas fabricadas por las compañías más conocidas, poseen dosis mínimas de amoníaco que han demostrado una absorción prácticamente nula del mismo a través de la piel del cuero cabelludo y en consecuencia no dañan al bebé.
No son aconsejables las decoloraciones y permanentes durante la gestación dado a que pueden provocar frecuentemente las reacciones alérgicas en el cuero cabelludo. No hay estudios científicos que demuestren que hay riesgos en la salud de tu bebé con los químicos utilizados para decoloraciones y permanentes. Solamente como precaución recomendamos evitar su utilización.
Muchos estilistas dicen que el cabello puede reaccionar negativamente al tinte por efecto de las hormonas, o bien causar irritación en el cuerpo cabelludo.
En cuanto a las gestantes, si bien se sabe que teñirse el cabello durante el embarazo no afecta al bebé, la mayoría de los médicos sugieren, como simple protección, evitarlo durante el primer trimestre, pues en este período se forman los órganos vitales, cabeza, cuerpo y extremidades del bebé.
Muchas mujeres experimentan un crecimiento mayor de pelo y uñas así como un cabello más grueso y brillante. Sin embargo, algunas mujeres experimentan el otro lado de esa moneda. Sequedad, partida y caída del cabello son quejas comunes en mujeres embarazadas. Las buenas noticias son que no tienes que esperar hasta el nacimiento de ese retoño de felicidad para recuperar tu pelo “normal”. Para combatir la sequedad asegúrate de usar un buen acondicionador y hacer un acondicionamiento profundo más seguido.
Para prevenir que el pelo se rompa, no hay mucho que puedas hacer, pero puedes usar un peinado que lo disimule. El pelo usualmente se rompe a una o dos pulgadas de la raíz aproximadamente y puede ser bien conspicuo en esta parte.
Muchas mujeres notan que su cabello es más abundante y grueso durante el embarazo. Gran parte de las mujeres pierden mucho cabello unas semanas o meses después del parto. Esos cambios son normales. El cabello normalmente retoma su ciclo normal de crecimiento a los seis meses después del parto.
La razón es por los altos niveles de hormonas que evitan la pérdida del cabello. Durante el embarazo:
Su cabello permanece en la etapa de descanso por más tiempo que lo de costumbre.
La mayoría de los pelos están en la etapa de descanso en cualquier momento dado.
El cabello se cae menos a diario, dando la impresión de que el cabello es más abundante y grueso.
El crecimiento del vello en la cara, brazos y piernas durante el embarazo es normal. Las hormonas del embarazo y la mayor cantidad de cortisona provocan el crecimiento del vello durante el embarazo. El cabello normalmente retoma su ciclo normal de crecimiento a los 6 meses después del parto.
Tanto durante como después del embarazo, se considera que el hecho de afeitarse, de depilarse o de quitarse el vello extra con cera serán métodos seguros. A pesar de que las cremas o lociones decolorantes o depilatorias también son una opción; debido a que las mismas son soluciones elaboradas a base de químicos, debería evitarlas mientras estuviera embarazada. Los métodos de remoción permanente del vello, tales como: la remoción de vello por medio de láser o la electrólisis también son considerados métodos seguros para ser realizados durante el embarazo, pero usualmente se les pide a las mujeres embarazadas que esperen hasta que su embarazo haya ingresado en una fase segura antes de someterse a alguno de estos métodos.
El embarazo puede tener otro tipo de secuelas en la melena, volviéndola seca y quebradiza, debido a que el cuerpo sabiamente encauza las vitaminas hacia todo el proceso de gestación y deja muy pocos nutrientes al cabello.
El problema puede minimizarse tomando suplementos alimenticios que contengan compuestos que no permitan el debilitamiento general, además de utilizar shampoos vitaminados o seguir tratamientos que contemplen tales elementos.
El período más común de pérdida de cabello se produce aproximadamente tres meses después del parto. El aumento de hormonas durante el embarazo le impide perder su cabello. Después del parto, las hormonas de retornan a los niveles normales, lo que permite que el cabello se caiga y vuelva al ciclo normal. La caída del pelo normal que se retrasó durante el embarazo puede causar que caigan todos a la vez.
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