La
depilación láser es un método de depilación que existe desde hace poco tiempo, fue en 1958 cuando se descubrió el láser, y poco después en 1994 se desarrolló el Láser Rubí de alta potencia que fue el utilizado para eliminar el vello, aunque al principio sólo podía ser utilizado en pieles muy claras por el peligro de producir alguna quemadura, con el paso del tiempo y gracias a los avances tecnológicos, su uso ha experimentado una gran eficacia en tratamientos de eliminación de vello, proporcionando resultados duraderos y sin riesgos.
El Laser, para eliminar el vello, actúa de la siguiente forma: El vello contiene melanina, que es lo que le da color. Cuando el haz de luz, con una determinada longitud de onda e intensidad, interacciona con el vello, la energía lumínica aplicada es absorbida por la melanina transformándose en calor.
Esto es lo que se conoce como fototermolosis selectiva, produciéndose la destrucción del bulbo piloso sin afectar a los tejidos adyacentes. Como el láser sólo actúa sobre las zonas oscuras por la melanina, no es eficiente para el vello blanco o muy claro.
Existen varios tipos de láser usados para la depilación, dependiendo de la longitud de onda en la que emiten, actuarán mejor sobre un tipo de vello u otro.
- Láser Rubí, con una longitud de onda de 695 nm, especialmente indicado para pieles claras y vello negro.
- Láser Diodo, con una longitud de onda de 810 nm, se emplea para pieles oscuras y vello oscuro.
- Láser Alejandrita, con una longitud de onda de 755nm, se usa en vello oscuro y con un tono de piel medio.
- Láser Neodimio-Yag, con una longitud de onda de 1064 nm, se puede usar en todo tipo de piel, pero con menor eficacia.
En ocasiones se confunde el método de depilación de
Luz Pulsada Intensa (IPL, del inglés
Intense Pulsed Light) como depilación láser. El método IPL usa una luz que está formada por paquetes de fotones que se desplazan por el espacio a diferentes longitudes de onda. El haz de luz es policromático, y multidireccional.
Para aplicarlo, primero se rasura el vello de la zona a tratar y dependiendo del tipo de piel y del vello del paciente se ajustan los parámetros para obtener los mejores resultados.
Antes de aplicar la luz pulsada se debe cubrir la zona a tratar con un gel especial. Al terminar el tratamiento, la piel se puede enrojecer ligeramente.
Las zonas de ingles, axilas y medias piernas, tanto en hombre y mujer, si tienen pelo grueso y oscuro :
Las sesiones se van haciendo a intervalos cada vez más crecientes porque el pelo debe tardar cada vez más tiempo en aparecer; cuando vuelve a haber pelo presente en cantidad suficiente para realizar una sesión de depilación láser es cuando es rentable hacerla y no antes.
Entre sesiones, si aparece algo de pelo antes de la sesión se puede rasurar o quitar con crema depilatoria hasta diez días antes de la sesión porque es necesario ver las características del pelo para ajustar los parámetros del láser antes de empezar la siguiente sesión.
Las sesiones se hacen a intervalos crecientes, normalmente con un patrón aproximado que sería así: cada dos meses y medio, tres, cuatro, cuatro meses y medio, cinco, seis, seis y seis meses.
Cada vez que el pelo aparece y se debe hacer una sesión, el pelo suele ser más fino y algo menos oscuro.
En estas zonas puede ser suficiente un tratamiento con 8 sesiones que suponen un seguimiento de 3 años aproximadamente, según se espacien las sesiones. Hay ocasiones, si hay mucha densidad de pelo o el paciente es muy joven, en que es más recomendable pautar 12 sesiones, que suponen un seguimiento de aproximadamente 5 años, para asegurarnos una depilación completa.
Dado que son zonas de cuerpo donde no suele aparecer pelo nuevo a lo largo de la vida una vez el desarrollo puberal se ha consolidado, la experiencia nos ha demostrado que son zonas que si están bien acabadas y repasadas, se suelen mantener prácticamente limpias de pelo de forma indefinida una vez el tratamiento está concluido.
En estas regiones no es recomendable iniciar el tratamiento si el pelo es muy fino (pelusa), muy rubio o pelirrojo porque los resultados pasan de ser excepcionalmente buenos a muy poco satisfactorios.
Las zonas de la cara, canalillo o lumbar y la de barba en hombre:
El intervalo entre sesiones es más corto porque el pelo tarda menos tiempo en aparecer.
Las sesiones también se van realizando con intervalos crecientes. Un ejemplo de cómo podrían pautarse los intervalos sería aproximadamente así, al mes y medio, luego cada dos, dos y medio, tres meses, tres meses y medio, cuatro y seis meses.
La depilación nunca es absoluta porque suele haber intercalado pelo grueso y fino o vello
No es recomendable iniciar el tratamiento si se tiene vello o pelo muy fino.
La depilación es eficaz para el pelo grueso y pigmentado que esté activo en la sesión. Pero no previene que el paciente active más pelo a lo largo del tiempo, ya que estas zonas son muy dependientes de la presión hormonal que estimula la aparición de pelo nuevo y además tienen una dotación de folículos pilosos en estado primordial muy alta que pueden entrar en actividad a lo largo de toda la vida del paciente.
Las zonas de la espalda, cervicales, hombros, tórax y abdomen del hombre:
El intervalo de tiempo que se mantienen depiladas las zonas tras la sesión también debe ser como mínimo de un mes y medio y también es creciente la forma de pautar el intervalo entre sesiones.
El paciente se mantiene cada vez más tiempo libre de pelo y esto hace que las sesiones se vayan espaciando, siendo un buen ritmo: dos meses y medio, tres, cuatro, seis y doce meses.
Son zonas donde va apareciendo pelo nuevo a lo largo de los años, se trata de acoplar el tratamiento a una realidad que es cómo aparece el pelo en el tronco del hombre a medida que pasa el tiempo. Por eso recomendamos a nuestros pacientes tratamientos completos con 12 sesiones o seguimientos a 15 años cuando son especialmente jóvenes y tienen muchos años por delante con posibilidades de precisar sesiones de mantenimiento para eliminarles el nuevo pelo generado. También es cierto que con las primeras 8-10 sesiones, el paciente siente la zona limpia de pelo y pasa largos intervalos sin él, lo cual hace que el hombre disfrute de la depilación aunque tenga la necesidad de realizarse sesiones muy espaciadas. Por ejemplo, tras las primeras 8-12 sesiones, suele ser suficiente con realizar una sesión anual, que colocada estratégicamente justo antes del verano le mantendrá depilado durante meses.
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