Consejos para cuidarte y estar guapa

lunes, 21 de febrero de 2011

CUIDADO DE LAS MANOS Y PIES

Suavidad manos y uñas
Iniciamos entonces con la suavidad de uñas y manos, este es un concejo que aprece en varios sitios relativamente similar, para suavizar tus manos, debes meter unos guantes de lana en la secadora para que se calienten. Luego untar un poco de aceite de oliva por las manos y uñas. Con la ayuda de alguien ponte los guantes y esperas 20 minutos. Con esto tus manos quedaran realmente suaves.
 
Ademas encontramos uno muy similar que te recomienda Sumergir tus manos en agua tibia con un jabón suave que contenga extractos de aceite de oliva o de almendras.
También puedes añadir al agua unas gotitas de aceite esencial de lavanda, muy relajante. Seca manos y uñas suavemente con una toalla, empujando suavemente hacia atrás las cutículas. Moja una toalla con agua caliente y envuelve con ella tus manos hasta que se enfríe. Date un masaje con un aceite de jojoba.

Evita quimicos

Cuidado con los esmaltes de uñas que utilizas. Que contenga poco alcohol, resulta muy dañino. Siguiendo la misma idea asegúrate que tu quita esmalte no sea muy fuerte (). Ni que puede afectar a la cutícula y a la propia uña. (El esmalte a secado rápido reseca la uña y la fragiliza, a base de acetona reseca la raíz)

Para el amarillo de las uñas

Frótalas con medio limón por la noche, antes de acostarte, y aclárate las manos a la mañana siguiente. Repite esta acción con continuidad y favorecerás la limpieza de manchas amarillas y estrías en las uñas. 

Para dar forma a tus uñas

Lo más recomendable es una lima, ya que la uña crece muy rápido y de esta forma la lima elimina las zonas muertas de la uña y le da forma, además de una estética para una buena presentación.
Si te limas tú misma las uñas, debes tener cuidado a la hora de hacerlo, para no dañar las cutículas y tener problemas; ya que la cutícula es una de las partes más sensibles de la uña.
Retira tus cutículas con un bastoncillo de algodón mojado.
Lima tus uñas por debajo y trabájalas de dentro hacia fuera con una lima de cartón.

Datos alarmantes
El EWG Grupo Medioambiental (Environmental Working Group) advierte que la mayoría de los cosméticos y productos de cuidado personal que se venden en los Estados Unidos no alcanzan a ser controlados por los organismos gubernamentales para que cumplan con todas las normativas de sanidad.
Todos los años, el EGW actualiza una base de datos en la que se analizan 7.500 marcas de jabones, champús, esmaltes para uñas, tintes de cabello y maquillajes.
El resultado es que la mayoría de las marcas contienen ingredientes que pueden dañar al organismo y que no han sido controlados por la FDA.

Según una encuesta realizada por la EGW, junto con otras cinco organizaciones sanitarias y medioambientales, los adultos usamos cada día unos nueve productos de cuidado personal, exponiéndonos a unos 126 químicos, algunos de los cuales no han sido probados en profundidad.
Mientras en el mercado se encuentran disponibles más de 85.000 productos cosméticos, menos de un 10% ha sido analizado para saber los efectos que estos podrían causar en nuestra salud. 

Según la Agencia para la Protección de la Salud del Reino Unido, cada mes aparecen en el mercado más de 600 sustancias químicas nuevas que se añaden a la lista ya existente
.
La lista de productos que se pueden considerar cosméticos es pues amplísima y pasa por cremas, emulsiones, lociones, geles, aceites para la piel, máscaras de belleza, maquillajes, jabones, aguas de colonia y perfumes, champús, depilatorios, desodorantes y antitranspirantes, productos capilares, para el afeitado, para desmaquillar, para los labios, para el cuidado bucal y dental, para las uñas, para los bebés, para el cuidado íntimo externo, para la protección solar o para el bronceado sin sol...

Las sustancias de los productos cosméticos no se quedan en la capa más superficial de la piel sino que se absorben y pasan a la sangre pudiendo provocar dolencias de todo tipo.
Si bien en algunas partes del mundo hay leyes reguladoras, que especifican claramente que no pueden contener sustancias clasificadas como carcinógenas, mutágenas o tóxicas pero un simple vistazo a las etiquetas -incluso de marcas internacionalmente conocidas y de prestigio- demuestra que las leyes no se respetan.  

Son cada vez más los expertos que entienden que muchos cosméticos son auténticos venenos, por legales que sean. Porque aunque la excusa sea que no son peligrosos ya que los tóxicos que contienen están en pequeñas cantidades hablamos de productos que en muchos casos se utilizan a diario y, por tanto, la cantidad de sustancias perjudiciales que termina entrando en nuestro organismo es al final elevado.

Ingredientes Peligrosos
Aquí enumeraremos solo los componentes más comunes, advirtiendo que por razones de espacio no citaremos todas las "sustancias sospechosas" de peligrosidad que utiliza los productos de cuidado personal. Sustancias que, afortunadamente, no se usan en la cosmética natural en la que más del 90% de sus componentes son materias primas naturales de origen no animal. Aclarado este punto recogemos un listado de las sustancias consideradas más peligrosas. Por precaución, evítelas en la medida de lo posible. Estás son:
  • Aceites minerales
Se trata de sustancias derivadas del petróleo que la industria cosmética utiliza como agentes antibacterianos y para mejorar la textura de las cremas de tal forma que resulte agradable ponerlas sobre la piel. También son uno de los ingredientes principales de los productos para el cabello, las lociones para después del afeitado, los desodorantes, los enjuagues bucales, los aceites para bebés, las pastas de dientes, etc.
Su uso industrial resulta muy rentable ya que son aceites que cuesta muy poco obtener, algo que para algunos prima sobre el hecho de que sean altamente cancerígenos. Además estas sustancias cubren la piel como si fueran una envoltura de plástico de tal forma que tapan los poros, bloquean la respiración de las células, extraen la humedad de la piel y la sacan a la epidermis de manera que ésta aparece brillante e hidratada. Pero sólo aparentemente porque, en realidad, a causa de esa capa plástica que la recubre la piel queda incapacitada para cumplir con sus funciones de defensa. Entre otras cosas, impide eliminar toxinas a través de la piel y, como consecuencia, aparecen acné, irritaciones, rojeces y otros desórdenes además de hacer que envejezca prematuramente. De ahí que cuando se dejan de usar estas cremas con aceites minerales la piel aparezca aún más seca y estropeada que cuando se empezaron a usar.
En las etiquetas estas sustancias pueden aparecer en su denominación latina o castellanizada (vea a este respecto el recuadro adjunto). Las más habituales son aceite mineral, paraffinum, paraffinum liquidum, petroleum, etc.
También son derivados del petróleo sustancias como la cera microcristalina, el ozokerite, el ceresin y la vaselina. Pero de entre estos derivados destaca especialmente el glicol propileno. Se trata de un líquido incoloro que forma parte de la composición de multitud de productos cosméticos... ¡y también de pinturas, detergentes para ropa, ceras para suelos y anticongelantes y líquidos de freno de los coches! De esta sustancia se pregona que ayuda a retener la humedad de la piel y que hace que ésta se perciba al tacto suave y sedosa... pero lo que no se dice es que numerosos estudios relacionan el glicol propileno con la dermatitis de contacto y con algunos trastornos del riñón o del hígado, que puede inhibir el crecimiento de las células epidérmicas e irritarlas (de hecho se le considera el principal irritante de la piel, incluso en concentraciones muy bajas) y que puede también irritar los ojos, causar trastornos gastrointestinales, náuseas, dolor de cabeza y vómitos además de afectar al sistema



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