Consejos para cuidarte y estar guapa

sábado, 14 de enero de 2012

Cuidado de las uñas de los pies

Los cuidados de los pies atañe tanto a las mujeres como a los hombres, porque la diferencia entre la imagen integral de quien los cuida y quien no, habla por sí sola, sobre todo en verano.

Uno de los cuidados de los pies a realizar una vez a la semana, un buen baño de pies, sumerge los pies en agua caliente con sal para relajarlos, o mejor todavía, alterna los baños de agua fría, durante un minuto, con los de agua caliente, dos minutos, así lograrás estimular la circulación sanguínea. Si añades al agua unas gotas de aceite de limón y hierbabuena, esto le dará muy buen olor a tus pies, es el mejor desodorante natural. Y después del baño, aprovecha para limar con cuidado todas las callosidades con la piedra pómez.

El mejor ejercicio es andar descalzo, sobre todo por la arena de la playa, ya que caminar en la arena mojada junto a las olas es un magnífico masaje para los pies. Si la playa no está demasiado cerca, se puede sustituir por el suelo de casa o el césped, aunque el efecto no es el mismo.
Otros ejercicios recomendados los cuidados de los pies son: andar de puntillas, saltar a la comba, intentar coger objetos con los pies y hacer rotaciones de tobillo. También es muy bueno hacer rodar una pelota de tenis bajo los pies, desde la punta de los dedos hasta el talón.

Los masajes son muy importantes a tener en cuenta los cuidados de los pies. Masajear los pies todas las noches evita la formación de durezas y es muy relajante. Para conseguir una mayor efectividad se recomienda utilizar una crema hidratante de cuerpo o manos o un aceite aromático. Los masajes consisten en estirar los dedos y realizar movimientos verticales de delante hacia atrás para agilizarlos.

Las uñas empiezan a formarse a partir de la novena semana de gestación y pueden ya distinguirse prácticamente de forma completa hacia las 20 semanas. Constan de dos partes: una visible, llamada cuerpo o lámina ungueal, y otra oculta, llamada raíz o matriz ungueal. Esta última se encuentra bajo un pliegue o invaginación de la piel del dorso de la falange distal, llamada el repliegue dorsal ungueal.
La uña se fabrica en la matriz ungueal, en el interior de este repliegue. Se trata de un epitelio de iguales características que la epidermis de la piel, y a partir de ella, la uña crece hacia el exterior, avanzando sobre la base ungueal. Una lesión en la zona de la matriz puede repercutir en su cicatrización y provocar una alteración definitiva y persistente de la lámina ungueal.
Una membrana epitelial, llamada cutícula, cierra este repliegue al adherirse al extremo de éste y a la lámina ungueal. Esta membrana protege la matriz frente a la posible penetración de sustancias u organismos con capacidad agresiva.

La parte exterior de la uña, es decir la lámina ungueal, es una placa rectangular, lisa, brillante y dura o semidura y está constituida básicamente por queratina. La matriz ungueal puede observarse en algunas uñas (principalmente en los pulgares) bajo la lámina ungueal en la zona cercana al repliegue en forma de una semiluna de aspecto blanquecino; a esta parte se la llama lúnula. La porción de uña sonrosada por delante de la lúnula corresponde al lecho ungueal, en donde el epitelio está profundamente adherido a la lámina ungueal y la dermis está en contacto directo con el hueso, sin existir hipodermis, cosa que no ocurre en otras zonas del cuerpo humano. La vascularización del lecho ungueal es muy abundante.


El grosor de la uña varía entre 0,5 y 1 mm, siendo más gruesas las de los pies que las de las manos. También con la edad las uñas se vuelven más gruesas. El crecimiento ungueal es continuo durante toda la vida y no se desarrolla por ciclos (a diferencia del folículo piloso). Las uñas de los dedos de las manos crecen entre 2 y 4 mm al mes; las de los pies tienen un crecimiento mas lento, aproximadamente la mitad. El crecimiento completo de una uña nueva de las manos, desde la matriz al borde libre, viene a durar unos 5 a 6 meses; en los dedos de los pies entre 12 y 18 meses. En la mano se observa que en los dedos más largos (medio, índice y anular) el crecimiento ungueal es algo más rápido. Dicho crecimiento puede ser diferente de una persona a otra, pero acostumbra a ser mas rápido en los jóvenes que en los ancianos, y en las mujeres más que en los hombres. En algunos procesos patológicos, como la psoriasis o cambios inflamatorios perivasculares, se aprecia un crecimiento más rápido de las uñas. Otros factores que aceleran su crecimiento son el embarazo, la mano derecha para diestros o la mano izquierda para zurdos y la época estival. Además las uñas crecen más durante el día que durante la noche.
Después de tener los pies en agua caliente y jabonosa unos 10 minutos, cortar las pieles y rascar las durezas de las plantas y de los talones con una herramienta especial para ello.
Pasar piedra pómez por las plantas y los talones.

Las uñas de los pies son tan importantes como la de las manos. Si bien no se encuentran tan expuestas, su cuidado y correcto corte nos permitirá tener pies sanos y sin dolor.
Antes de comenzar a cortarnos las uñas, es mejor que pongamos los pies en remojo en agua tibia por unos 15 minutos, así estarán mas blandas y manuables.

Cortar rectas las uñas con unas alicates especiales, sin darles forma redondeada porque puede provocar uñeros. Dejar un milímetro de lámina suelta en la uña lo que evitará que se escarne si en algún caso el zapato presiona.

Las uñas deben cortarse y limarse en forma cuadrada (recta)
En las esquinas no deben quedar cortas, para evitar que crezcan dentro de la piel y se nos encarnen.
Lo mejor para esta tarea es un corta uñas recto, ya que con el uso de tijeras o de un cortante encorvado, podemos redondear demasiado las esquinas, aumentando la posibilitad de que se encajen y nos cause dolor.
No cortarlas muy cortas, usar limas de esmeril o cartón. Las limas metálicas deshojan y vuelven frágiles las uñas. Evitar limar los costados. Si las uñas toman un color amarillento existen lacas blanqueadoras y transparentes para cubrirlas.

Lávate todos los días los pies y sécalos meticulosamente con una toalla suave (sin frotar), en especial entre los dedos.
Usa lanolina o una crema similar para prevenir las fisuras cutáneas.
Evita lesiones en las piernas y los pies.
Usa calcetines o medias limpias, en lo posible de algodón, para la absorción de la humedad y así evitar los hongos.
Revisa cada día las piernas y los pies, esta medida es importante pues pueden producirse rupturas de la integridad cutánea que el adulto mayor no note.
Usa zapatos y zapatillas de levantarse bien ajustados y zapato deportivo.
Si los dedos de los pies están muy juntos, coloca algodón o lana entre ellos para prevenir posibles roces.
No es recomendable que apliques calor directo (botellas de agua caliente) .
Trata de no utilizar productos para los pies a menos que los haya prescrito el médico; es importante tener en cuenta este aspecto ya que muchos preparados que se utilizan para los pies (callicidas, desinfectantes y pomadas), son lo suficientemente fuertes como para provocar una lesión.
Mantén las piernas y pies a temperatura constante, utilizando calcetines de lana o algodón.
Antes de bañarte prueba la temperatura del agua con la mano.
Evita cualquier prenda que restrinja la circulación: no utilices ceñidores, ligas o calcetines con bandas elásticas muy tirantes.
No andes descalzo.
No fumes, porque el tabaco estrecha los vasos sanguíneos y limita aún más la irrigación cutánea.
Es recomendable que uses medias anti-embolia o elásticas durante el día, ya que sujetan las venas y mejoran la circulación. Deben ser prescritas por el médico y ponértelas inmediatamente después de levantarte.
Eleva las piernas a lo largo del día, siempre que sea posible, y evita el estar de pie o estar sentado por tiempo prolongado. Si debes permanecer sentado durante un largo período, conviene que muevas ambos pies en círculo unas 20 veces cada una hora. Esto favorecerá la circulación retrógrada hacia el corazón.
Cuando estés sentado evita cruzar las piernas.
Más Consejos :

  • El tamaño de sus pies puede cambiar con la edad. Trate de medir sus pies antes de comprar calzados.
  • El mejor momento para medir sus pies es al final del día, cuando sus pies están más grandes.
  • La mayoría de las personas tenemos un pie más grande que el otro. Mídase el calzado en el pie más largo.
  • No compre zapatos por el tamaño antes de conocer la marca. El tamaño marcado en el zapato puede que no sea el adecuado para sus pies.
  • Camine con los zapatos que se está probando para asegurarse de que se sienten bien.
  • Escoja un zapato que tenga la forma de sus pies. Estilos como tacones altos o puntiagudos puede que lastimen sus pies.
  • Manténgase de pie con los zapatos que se está probando para asegurarse que hay media pulgada entre sus dedos y el extremo del zapato.
  • Asegúrese de que la parte más ancha de su pie se adapta perfectamente al zapato.
  • No compre zapatos que se sientan muy ajustados con la esperanza de que lleguen a estirar.
  • El talón del zapato no debe deslizarse hacia arriba y hacia abajo en el talón al caminar.
  • La parte superior debe ser de un material suave y flexible para que se adapte a la forma de sus pies.
  • Las suelas deben ser de base sólida y no deben deslizarse. Las suelas amortiguan sus pies al caminar sobre superficies duras.
  • Los zapatos de tacón bajo son más cómodos, más seguros y menos perjudiciales que los zapatos de tacón alto.


  • El pie puede también ser un indicador del estado general de salud. Hay enfermedades sistemáticas como diabetes, artrosis, artritis, que se manifiestan en esta región anatómica. Para el mantenimiento de la movilidad y deambulación se requiere de un pie sano y funcional.
    Muchos problemas comunes de los pies resultan de algunas enfermedades, los años de desgaste, el calzado inapropiado o el mal cuidado de las uñas entre otros.
    Su repercusión funcional es con frecuencia importante, y es uno de los problemas que más comúnmente pasan desapercibidos en la consulta médica.


    El pez Garra Rufa pertenece a la familia de las carpas. Su cuerpo es largo y oscuro, vientre claro, la boca ligeramente en forma de copa dirigida hacia abajo y posee dos pares de barbillas pequeñas.

    Se  encuentra principalmente en los ríos de Turquía, Jordania, Irán, Irak, Siria.

    Fueron los locales del lugar los que descubrieron la capacidad para mejorar ciertas condiciones dermatológicas.

    El tamaño máximo en la naturaleza es de 14 cm., pero en acuarios rara vez superan los 8-9 cm. Totalmente inofensivo al no poseer dientes, al contrario de algunas imitaciones como el chin-chin que pueden producir heridas.

    En particular les gusta vivir en ríos de agua dulce y en manantiales calientes, prefiriendo temperaturas entre 28 y 34 grados centígrados.


    Estos peces llamados Garra Rufa, hacen una exfoliación selectiva, no existe ningún producto en el mercado que realice una exfoliación similar. Al eliminar las células muertas, su piel estará más limpia. Cuando los peces succionan la piel muerta también segregan ditranol, enzima que contiene Antralina, que estimulará el crecimiento de las células de la piel nueva.

    Además de la belleza y la salud de la piel, este pez también proporciona otros efectos positivos para el cuerpo. Cuando estos peces actúan, sentirá el impacto generado por pequeños golpes de multitud de peces, que estimulan los puntos de la acupuntura en las plantas de los pies y hace que la sangre circule mejor. Con el fin de obtener los máximos resultados, el tratamiento debe hacerse de manera regular.

    Definitivamente, usted puede sentir la sensación de confort que hará que se relaje. Así, además de la salud física, puede disfrutar de paz mental. Este tratamiento se puede aplicar a cualquier parte de nuestro cuerpo o incluso al cuerpo entero.


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