El eccema atópico se debe a una reacción de hipersensibilidad (similar a una alergia) en la piel, que lleva a una inflamación cutánea prolongada.
El eccema es más común en bebés. Muchas personas lo superan con el tiempo a comienzos de la vida adulta. La afección tiende a ser hereditaria.
En el caso de los niños que padecen dermatitis atópica existe un componente genético o heredado importante, es decir, es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en personas que tienen un familiar en primer o segundo grado con las misma patología o con otras enfermedades alérgicas como asma bronquial, rinitis alérgica (parecido a una gripe que se repite demasiado) o conjuntivitis alérgicas (ojos rojos persistentemente o que aumenten con los cambios ambientales).
No es una enfermedad contagiosa y es muy frecuentemente confundida en la consulta general como una afección a hongos u otras infecciones de la piel.
Hay medidas que son absolutamente necesarias para el manejo y control de los síntomas y signos (síntomas son lo que el paciente siente y signos son los que el medico observa en su paciente)
Es una dolencia que afecta la calidad de vida del niño por lo que conviene tener en cuenta algunas consejos para proteger su piel. Veamos cuáles son los cuidados para niños con piel atópica:
Baño diario con agua tibia de máximo 15 minutos de duración.
Utilizar geles de ducha y baño sin jabón, denominados syndet, que no irritan la piel.
Secar suavemente sin frotar.
Hidratar la piel inmediatamente después del baño cuando aún está humedecida.
Emplear productos emolientes/hidratantes sin perfume e hipoalergénicos.
Las áreas de la piel más enrojecidas y afectadas deberán ser tratadas solamente con medicamentos y/o coadyuvantes específicos.
Utilizar a diario ropa de algodón o tejidos naturales.
Evitar frío, calor o sudoración excesiva.
Mantener siempre las uñas cortas y limpias.
La piel debe hidratarse constantemente para aliviar el picor y optimizar el funcionamiento de la barrera cutánea.
Los niños o cualquier paciente atópico deben evitar tener contacto con el polvo o tierra..
El polvo casero, por si solo, puede aumentar la gran cantidad de sustancias generadas por el sistema inmunológico y que son responsables de muchos de los síntomas como sequedad, comezón de la piel y en los ojos, secreción nasal etc.…
Como la piel de los pacientes que sufren de esta enfermedad reacciona de forma exagerada, y no controlada, ante cosas a las que normalmente los niños sanos no reaccionan, existen alimentos y materiales de ropa que, por su proceso de fabricación o por los elementos de coloración, pueden aumentar en algún grado la enfermedad.
Por esto, debe evitarse en estos niños las comidas de paquete (golosinas) con colorantes y sabores artificiales, gaseosas, mariscos, entre otras, y el uso de ropa sintética (lycra, impermeables, caucho, lana, etc.).
Paralelamente a la maduración del sistema inmunitario, los brotes se espacian: hay posibilidad de mejora hacia los 2 años y de curación espontánea cerca de los 7, pero se conservará la tendencia a la sequedad cutánea. Hacia los 10, en muchos casos desaparece el eczema, pero puede aparecer asma. El sol favorece generalmente remisiones espontáneas. Si hay antecedentes de atópicos en la familia, es preferible la alimentación materna durante los primeros meses de vida del bebé (evitando la madre la leche, los huevos y el pescado) y que diversifique los alimentos lo más tarde posible
Verdaderamente el cambio de estación, lleva asociado brotes de dermatitis. Desde que ha entrado el lunes la primavera, he visto en la consulta muchos pacientes de todas las edades con dermatitis atópica (desde bebés hasta adultos).
Es muy importante evitar los factores desencadenantes: fibras artificiales, frío o calor excesivo, sudoración, infecciones de repetición...). Los distintos alimentos debemos introducirlos de forma lenta y progresiva con intervalo de varios días entre uno y otro y evitando los alimentos potencialmente alergénicos durante el primer año de vida. Es importante mantener una lactancia materna prolongada.
Por 1,60 euros (aproximadamente) podemos comprar la crema para pieles atópicas y por 3,60 euros (aproximadamente) el jabón que Deliplus nos ofrece que tiene la ventaja de hidratar profundamente y de ser hipoalergénico, algo que agradecemos aquellos quienes tenemos en casa a niños con distinto tipo de alergias cutáneas.
El eccema es más común en bebés. Muchas personas lo superan con el tiempo a comienzos de la vida adulta. La afección tiende a ser hereditaria.
En el caso de los niños que padecen dermatitis atópica existe un componente genético o heredado importante, es decir, es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en personas que tienen un familiar en primer o segundo grado con las misma patología o con otras enfermedades alérgicas como asma bronquial, rinitis alérgica (parecido a una gripe que se repite demasiado) o conjuntivitis alérgicas (ojos rojos persistentemente o que aumenten con los cambios ambientales).
No es una enfermedad contagiosa y es muy frecuentemente confundida en la consulta general como una afección a hongos u otras infecciones de la piel.
Hay medidas que son absolutamente necesarias para el manejo y control de los síntomas y signos (síntomas son lo que el paciente siente y signos son los que el medico observa en su paciente)
Es una dolencia que afecta la calidad de vida del niño por lo que conviene tener en cuenta algunas consejos para proteger su piel. Veamos cuáles son los cuidados para niños con piel atópica:
Baño diario con agua tibia de máximo 15 minutos de duración.
Utilizar geles de ducha y baño sin jabón, denominados syndet, que no irritan la piel.
Secar suavemente sin frotar.
Hidratar la piel inmediatamente después del baño cuando aún está humedecida.
Emplear productos emolientes/hidratantes sin perfume e hipoalergénicos.
Las áreas de la piel más enrojecidas y afectadas deberán ser tratadas solamente con medicamentos y/o coadyuvantes específicos.
Utilizar a diario ropa de algodón o tejidos naturales.
Evitar frío, calor o sudoración excesiva.
Mantener siempre las uñas cortas y limpias.
La piel debe hidratarse constantemente para aliviar el picor y optimizar el funcionamiento de la barrera cutánea.
Los niños o cualquier paciente atópico deben evitar tener contacto con el polvo o tierra..
El polvo casero, por si solo, puede aumentar la gran cantidad de sustancias generadas por el sistema inmunológico y que son responsables de muchos de los síntomas como sequedad, comezón de la piel y en los ojos, secreción nasal etc.…
Como la piel de los pacientes que sufren de esta enfermedad reacciona de forma exagerada, y no controlada, ante cosas a las que normalmente los niños sanos no reaccionan, existen alimentos y materiales de ropa que, por su proceso de fabricación o por los elementos de coloración, pueden aumentar en algún grado la enfermedad.
Por esto, debe evitarse en estos niños las comidas de paquete (golosinas) con colorantes y sabores artificiales, gaseosas, mariscos, entre otras, y el uso de ropa sintética (lycra, impermeables, caucho, lana, etc.).
Paralelamente a la maduración del sistema inmunitario, los brotes se espacian: hay posibilidad de mejora hacia los 2 años y de curación espontánea cerca de los 7, pero se conservará la tendencia a la sequedad cutánea. Hacia los 10, en muchos casos desaparece el eczema, pero puede aparecer asma. El sol favorece generalmente remisiones espontáneas. Si hay antecedentes de atópicos en la familia, es preferible la alimentación materna durante los primeros meses de vida del bebé (evitando la madre la leche, los huevos y el pescado) y que diversifique los alimentos lo más tarde posible
Verdaderamente el cambio de estación, lleva asociado brotes de dermatitis. Desde que ha entrado el lunes la primavera, he visto en la consulta muchos pacientes de todas las edades con dermatitis atópica (desde bebés hasta adultos).
Es muy importante evitar los factores desencadenantes: fibras artificiales, frío o calor excesivo, sudoración, infecciones de repetición...). Los distintos alimentos debemos introducirlos de forma lenta y progresiva con intervalo de varios días entre uno y otro y evitando los alimentos potencialmente alergénicos durante el primer año de vida. Es importante mantener una lactancia materna prolongada.
Por 1,60 euros (aproximadamente) podemos comprar la crema para pieles atópicas y por 3,60 euros (aproximadamente) el jabón que Deliplus nos ofrece que tiene la ventaja de hidratar profundamente y de ser hipoalergénico, algo que agradecemos aquellos quienes tenemos en casa a niños con distinto tipo de alergias cutáneas.