Consejos para cuidarte y estar guapa

miércoles, 8 de febrero de 2012

Masajes de Espalda y Cuello


 Es conveniente que tenga a mano una manta o una toalla grande para tapar a la otra persona por si siente frio en algún momento. Preparar los cojines necesarios tanto para usted como para su paciente ya que de esta manera estarán más cómodos. La música de fondo es muy útil, pues ayuda a relajar. La luz deberá ser indirecta ya que las luces directas impiden que los ojos se relajen.

Para realizar el masaje en el suelo requerirá de un espacio de 2 por 3 metros. Es mejor hacerlo si está enmoquetado o alfombrado. Coloque una manta doblada o un saco de dormir y cúbralo con una sábana o toalla grande por si usa aceite o alguna crema.
Para protejer sus rodillas cuando cambie de posición usted necesitará que la superficie acolchada para que pueda extenderse más allá del cuerpo de su paciente. No emplee nunca una cama ni un colchón de muelles ya que cualquier presión que se ejerza sería absorbida por el colchón.

 Puede realizar el masaje en una mesa plegable de aluminio que puede comprar en cualquier establecimiento de material médico o bien en una mesa de madera construida por un carpintero. La mesa plegable debe tener seis patas para ofrecer un apoyo estable, así como un colchón de espuma y una sábana o toalla grande. Puede improvisar con alguna mesa que ya disponga, si tiene la altura que le llegue a sus caderas y las dimensiones de 180 por 75 centímetros.


 EL MASAJE LOCAL
Se llama masaje local o especial que sólo se hace en una determinada parte del cuerpo (espalda, brazo, músculo, articulación, etc.). Suele ser siempre más detallado que el masaje general, sobre todo en el caso de lesiones o enfermedades.
La duración de la sesión de masaje local depende de la finalidad del mismo, del tipo de masaje, de la mano que lo efectúa. 3-4 minutos son suficientes para el masaje del brazo; si es en la espalda 15-25.

El orden de las técnicas depende de la acción del organismo. Suele empezar con roce superficial, y prologarse alternativamente con otras técnicas, en el comienzo como decíamos, se hace para que el paciente se acostumbre a las manos del masajista y para relajar los músculos, además así, el masajista se acomoda al paciente y determina sus peculiaridades. Tras el roce superficial se utilizan técnicas más trabajosas: presiones, amasamiento, vibraciones, fricción, movilizaciones, técnicas de percusión. Las técnicas se pueden repetir en una misma sesión.

MASAJE DE LA ESPALDA
El paciente en posición horizontal y en decúbito prono. Las piernas descansan en un travesaño especial con un ángulo de 20-70º según la altura del masajista y de la camilla. La cabeza girada hacia el masajista y se apoya sobre su mano más próxima; el otro brazo estirado hacia el tronco, con el codo un poco flexionado y la palma de la mano hacia arriba.

Se inicia la sesión con :
El roce superficial:Tiene distintas finalidades según con que técnica se utilice. Se utilizan ambas manos, el masajista se sitúa longitudinalmente. Con la mano más alejada efectúa el masaje en la parte más alejada y con la otra la más próxima. Los movimientos van desde la columna vertebral hacia el músculo dorsal ancho.
El roce superficial alternado el masajista se sitúa perpendicularmente y ejecuta movimientos en la parte más alejada de la espalda desde la zona lumbar hasta el cuello y de la columna hasta la camilla.

La presión deslizante: Técnica que se lleva a cabo en los músculos dorsales largos siguiendo os líneas que despacio se van pasando a los dorsales anchos por dos-tres líneas. Las presiones deslizantes con la base de la palma de la mano más próxima, mientras la otra actúa como sobrecarga. Para efectuar la presión deslizante alternada y la presión con el lado de la palma de la mano, el masajista se sitúa perpendicularmente y ejecuta los movimientos en la parte más alejada.
El amasamiento: Se empieza a aplicar en los músculos dorsales largo siguiendo dos-tres líneas.

MASAJE DEL CUELLO.

El paciente está decúbito prono; apoya la frente sobre las manos e inclina la barbilla hacia el pecho.
El roce superficial. Se ejecuta desde la posición longitudinal o perpendicular.
La presión deslizante. Posición perpendicular. La mano a lo ancho del cuello, al principio del cuero cabelludo y con el dedo pulgar ejecuta un estiramiento hacia abajo, en dirección a la espalda y el trapecio. En esta misma posición de partida, se puede hacer también el estiramiento con el lado de la palma de la mano.

Se finaliza con en masaje en el cuello con distintos movimientos (activo, pasivo, con resistencia) y con el roce superficial.

MASAJE DE LOS MÚSCULOS TRAPECIOSEstos se trabajan a partir de la misma posición inicial que la zona cervical.
El roce superficial Habrá de ser alternado y el masajista deberá estar en posición perpendicular; con ambas manos longitudinalmente en la cabecera de la camilla.
La presión deslizante. Masajista en posición longitudinal. Los movimientos son ascendentes hasta la articulación escapulohumeral por dos-tres zonas. Esta técnica puede ejecutarse también de pie o sentado en posición perpendicular.
Se acaba el amasamiento con distintos movimientos u con el roce superficial.
EL MASAJE DEL HOMBRO
 El paciente está en posición decúbito prono con el brazo más próximo estirado a lo largo del tronco.. Apoya la frente sobre la mano del brazo más alejado. El masajista está sentado o de pie, en posición perpendicular. Se inicia el masaje del hombro desde su parte interna: desde la articulación del codo hacia la axila.
El roce superficial. Se ejecuta en línea recta, alternando con otros tipos de roce superficial.
La presión deslizante.
Después del amasamiento, se dan golpes ligeros y finaliza el masaje con roce superficial combinado.
En el lado extremo del hombro se utilizan las mismas técnicas que en la parte interna de la cabeza.

EL MASAJE DEL ANTEBRAZO
Se inicia desde el lado interno del antebrazo. El método del masaje es el mismo que en la parte interna del hombro, luego la del antebrazo aplicando: roce superficial , presión deslizante y amasamiento.
El masaje termina con roce superficial.


Si ni puedes ir al masajista, te aconsejamos qué hacer para liberar la tension de hombros y cuello

 Lo primero es buscar una posición cómoda para realizar el ejercicio. Obviamente si lo vas a ejecutar en el trabajo tendrás que amoldarte a lo que puedas. Puedes hacerlo de pie o sentado, como a ti mejor te convenga.
 Después deja los hombros y brazos caídos con la espalda recta. Si estás muy tenso, este simple movimiento puede llevarte un rato. Se trata de que procures relajar y estirar esa parte del cuerpo. Tómate el tiempo que necesites para ello. Cierra los ojos y realiza todo el ejercicio con los ojos cerrados.
 Una vez que ya tengas los hombros y brazos caídos, ve girando poco a poco la cabeza hacia la derecha, como si quisieras ver algo en esa dirección, pero sin inclinarla hacia los lados. Procura que el movimiento sea lento y recto. Cuando hayas llegado tu límite derecho (sin forzar), mantén la posición de la cabeza y cuenta hasta 10. Después vuelve la cabeza lentamente hacia el centro.
 Mantén la cabeza en el centro relajada mientras cuentas hasta 5.
A continuación repite el proceso de girar lentamente la cabeza, pero esta vez hacia la izquierda. Una vez que hayas llegado a tu límite (sin forzar) mantén la posición de la cabeza mientras cuentas hasta 10. Después vuelve lentamente hacia el centro.
 Una vez llegado de nuevo al centro mantén la posición hasta contar 5.
Ahora vamos ha realizar el movimiento de la cabeza lentamente hacia abajo. Recuerda hacerlo despacio. Cuando hayas llegado a tu posición límite (sin forzar) mantén la posición mientras cuentas hasta 10. Después vuelve lentamente al centro.
 De nuevo en el centro mantén la posición mientras cuentas hasta 5.
Ahora dirigiremos muy despacio la cabeza hacia atrás hasta llegar a tu límite (sin forzar) y cuando hayas llegado abre la boca de manera que te sientas cómodo. Después mantén la posición mientras cuentas hasta 10. Cuando termines, cierra la boca y vuelve al centro.
 De nuevo en el centro mantén la posición y cuenta hasta 5.
Ahora nos vamos a centrar en los hombros (que deberían seguir caídos y relajados) Para ello respiraremos profundamente tres veces y comenzaremos con el ejercicio.
Levanta los hombros lo que puedas (sin forzar) y comienza a realizar rotaciones giratorias hacia adelante y despacio. Realiza 10.
 Cuando hayas terminado vuelve a dejar los hombros caídos y relajados mientras cuentas hasta 5. Después vuelve a respirar profundamente tres veces.
Ahora realizarás el mismo movimiento con los hombros que hiciste antes, pero ahora las rotaciones giratorias serán hacia atrás. Realiza 10.
 Cuando hayas terminado vuelve a dejar los hombros caídos y relajados mientras cuentas hasta 5.
 Para terminar, ve levantando los brazos hacia arriba hasta tenerlos completamente estirados, y junta las manos por encima de tu cabeza mientras cuentas hasta 10.
 Después regresa los brazos hacia abajo lentamente y retoma una posición normal. Respira de nuevo profundamente tres veces.

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