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viernes, 10 de febrero de 2012

Aceite de Calabaza

El aceite, proporciona un 50% de ácido linoléico, una grasa “buena” que nuestro organismo no es capaz de producir, conteniendo a su vez diversas vitaminas (fundamentalmente, E, C y B), oligoelementos, fitoesteroles y cucurbitacina.

Este aceite se elabora tostando y prensando las pipas de la variedad local de calabaza, es un aceite denso y dicromático (verde oscuro  cuando se mira a través de él y color pardo o rojo oscuro cuando se le mira de frente). De aroma a frutos secos, es empleado para cocinar, sobre todo se usa para elaborar postres y aderezos. Es rico en ácidos grasos poliinsaturados, tras el aceite de linaza, posee el contenido más alto de colesterol de entre todos los aceites y grasas vegetales.


 Las semillas de calabaza utilizadas son aquellas que no tienen cáscara, lo que hace más fácil la extracción del aceite de ellas
Las semillas se presionan para extraer un aceite que es de color verde oscuro o negro y a menudo se encuentra en muchos productos del baño y jabón. También se utiliza.

Este aceite es beneficioso para tratar enfermedades de la vejiga y la próstata, o para infecciones del tracto intestinal y lombrices.
El hiperprostatismo o agrandamiento anormal de la próstata que se manifiesta en los hombres de edad madura puede provocar una micción débil y dolorosa. La cucurbitina que contienen las semillas de calabaza actúa sobre la próstata desinflamándola y frenando la hipertrofia, lo que alivia también sus síntomas. Para ello o para prevenirla se aconseja tomar dos cucharaditas de aceite dos veces al día.


El aceite de calabaza está especialmente aconsejado en procesos de desmineralización como las caries dentales y los problemas de caída de cabello y uñas demasiado frágiles.
 Las semillas y el aceite de calabaza son muy eficaces a la hora de expulsar parásitos intestinales como la solitaria, (tomar una cucharada sopera de semillas crudas o una cucharadita de las de postre de aceite, en ayunas)
 El estreñimiento y la colitis suelen mejorar.
 Tiene una acción diurética ya que favorece el funcionamiento renal.

La mayoría de problemas de próstata (adenomas benignos, inflamación, atrofia, crecimiento anormal, etc.) se benefician del efecto antiinflamatorio del aceite de calabaza (por un lado gracias a su riqueza en cucurbitacina) Hemos de tener en cuenta que, además, la próstata es una glándula que necesita mucho zinc ya que este es un mineral vital en la producción de esperma y aquí la próstata tiene un papel importante. Algunos problemas de impotencia se relacionan con el estado de la próstata. Es por ello que algunas personas notan una mejoría a nivel sexual cuando su próstata mejora.
La vista se beneficia de este aporte de Zinc ya que el ojo humano es muy rico en este mineral y necesita un buen aporte de este nutriente.

 El aceite de calabaza es ideal en problemas cardiovasculares debido a su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados que ayudan a mantener equilibrados los niveles de colesterol y triglicéridos.
 Su efecto antiinflamatorio también beneficia a las personas con tendencia a irritación o inflamación de la vejiga.
Su riqueza en Selenio, Manganeso, Zinc, Hierro, Cobre, Magnesio y Potasio le dan ese carácter tan remineralizante.
 El aceite de calabaza también nos aporta muchas vitaminas como Betacaroteno, vitamina D, E B1, B2, B3 y B6.
Una de las dolencias más frecuentes en las poblaciones maduras es la artritis. Los estudios han señalado que el aceite que contienen las semillas de calabaza es un similar a la indometacina, por lo cual alivia los estados artríticos y reumatoides crónicos.
 


Sistema urinario.La cucurbitina ejerce una acción antiinflamatoria sobre el sistema urinario y sus dolencias, pues desinflama y relaja la vejiga. En caso de cistitis, infección urinaria e irritación de la vejiga se aconseja comer pipas de calabaza o bien tomar una cucharadita de su aceite con la comida y otra en la cena. Si se presenta en cuentagotas, se verterán 50 gotas en cada toma en un vaso de agua, zumo o infusión.
Vermífuga.Combaten también los parásitos intestinales, desprendiéndolos del tubo intestinal. Para su expulsión se puede seguir un tratamiento de dos días: el primero consiste en ayunar pudiendo tomar agua y una cucharadita del aceite cada tres horas; y el segundo incluyendo una crema de zanahoria con ajos.


La calabaza ha sido una de las principales y primeras hortalizas traídas hace ya bastantes siglos de las Américas, y sus semillas han sido utilizadas desde siempre en la denominada como medicina popular, especialmente por sus claras propiedades vermífugas.
Según resultados obtenidos en pacientes con infecciones urinarias o problemas prostáticos, parece que el aceite obtenido de las semillas de calabaza es un claro aliado en la lucha contra tal afección.

A estas semillas se le pueden agregar a numerosos platillos, desde las sopas, guisados y ensaladas, hasta preparar deliciosos postres con ellas. Combinadas con aceite de oliva, miel y yogurt natural se prepara un delicioso aderezo.  Hay quienes suelen comer las semillas de calabaza tostadas y  saladas. Aunque es una forma de consumo muy rica, deben preferirse al natural, pues tostadas y condimentadas pierden muchos de sus nutriente esenciales.
Se puede hacer un aderezo de ensalada sana, agregando un buen sabor a nuez, sin embargo, no es bueno para cocinar debido a que el calor destruye los ácidos grasos esenciales.Se hace un buen masaje de aceite de semillas de calabaza para ayudar a aliviar los dolores de cabeza, de los músculos así como los demás dolores.

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